Los términos “ciudad” y “habitar”, bajo mi visión se complementan. La ciudad se crea bajo la necesidad de generar espacios comunes que habitar, bajo la idea de la vida en comunidad, el desarrollo social y económico, una vida mejor, más oportunidades, etc. Por ejemplo, en ciudades como New York, altamente desarrolladas que poseen última tecnología y grandes atractivos, donde la vida se basa mayormente en el capitalismo y todo se reduce a números, podemos ver como la gente se pierde en la masa, ya no hay un valor por habitar y transformar en propio eso habitado,
Por ejemplo en las edificaciones no hay valor ni reconocimiento en la persona individual, sino en el colectivo, en generar más números que espacios cómodamente habitables, y como se pierde la individualidad de las personas, también se pierde el interés por la vida pública, los edificios, bancos, hoteles, tiendes, etc. invaden las calles, invaden el cielo, y el movimiento sin pausas de la ciudad, evita que las personas puedan disfrutar de eso que llamamos “PUBLICO”, los árboles, parques, espacios verdes, los grandes pulmones de los cuales nos nutrimos están olvidados, y sólo hay una creciente preocupación por la competencia laboral, económica, habitacional, etc.
Así como en New York, ciudades como Santiago de Chile, también ocurren estos tipos de problemas, la ciudad crece y absorbe cada metro cuadrado con edificaciones de todo tipo, perdiendo espacios públicos necesarios para una comunidad, es ahí donde debemos hacer algo para volver a habitar nuestros espacios, para volver propio lo que es de todos, tener un contacto humano que sea real, y no meramente superficial. Lo importante es desarrollar una ciudad que potencie el contacto, que resguarde lo común, que nos invite a ser parte de ella, pero para eso debe haber un cambio de mentalidad, necesariamente debemos volver a preguntarnos ¿para qué se creó la ciudad? ¿Soy habitante de la ciudad donde vivo? ¿Qué hago yo para hacer que mi ciudad crezca? Etc.
Si bien las ciudades constan de serios problemas, existen puntos favorables dentro de cada una, por ejemplo en nueva york, hoy se trabaja generando nuevos espacios que demuestran como pequeños agentes generan grandes cambios. El proyecto “high line” construye una terraza verde sobre la línea férrea, que no solo permite la interacción, la convivencia, la recreación entre los seres humanos, también genera puntos de contacto dentro de la comunidad, a su vez trae a relucir la importancia de conservar espacios verdes que contribuyen al desarrollo de la ciudad y su lucha contra la contaminación y eliminación de espacios verdes; lo mismo ocurre con la ciudad de Santiago, existen las ciclo vías que no solo permiten instancias de contacto y convivencia entre los humanos si no a su vez ayudan a la disminución de la contaminación y potencian la sustentabilidad generado mayor conciencia dentro de la comunidad.
Todas estas pequeñas iniciativas hablan de la necesidad que uno tiene como usuario dentro de la ciudad y manifiesta de forma correcta lo que deseamos para un futuro próximo, ciudades sostenibles donde lo primordial sea el “habitar” del humano y su “desarrollo satisfactorio” dentro de la ciudad.
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